La profesora nos comentó en clase la idea de realizar un "storyboard" que consiste en realizar una historia breve y sencilla usando los materiales que quisiéramos. Al principio estaba un poco perdida y no sabía muy bien de que hacerla.
Al siguiente día de clase nos dispusimos a realizar nuestros "storyboards" y se me ocurrió una sobre la discriminación usando frutas pero no me convencía del todo, así que durante las navidades estuve pensando que podría hacer. Finalmente hice una historia de amor elaborada con plastilina.
Esta historia trata de dos bolitas que se enamoran perdidamente nada más conocerse fue totalmente un flechazo. Bolita Azul, que es el chico, decidió regalarle la flor más bonita del jardín a Bolita Rosa, al principio la aceptó con mucha alegría pero días después tiró la flor al suelo al darse cuenta de que no le gustaba realmente. Bolita Azul se puso muy triste y de lo triste que estaba se fue él solo al precipicio que se encontraba al final del bosque, pero Bolita Rosa al verlo fue corriendo en su búsqueda para rescatarlo a pesar de que ya estaba algo dolido por el intento de tirarse. Juntos se fueron a dar un paseo por el bosque cuando Bolita Rosa fue a coger la flor que le regaló el chico y le pidió perdón pensando que había sido tonta porque en el amor TIENE VALOR HASTA EL MÁS MÍNIMO DETALLE.
Para la segunda historia me basé en la primera idea que tuve de la discriminación. Para ello, usé frutas artificiales, cartulina y papel de charol para los personajes y el decorado de la escena.
Esta historia trata de una familia de gusanitos que viven en un bosque. Mamá gusano iba todas las mañanas con su cesta a recoger frutas al bosque, pero nunca le hacía caso al árbol de ciruelas pequeñitas.
Un día el gusanito Gus acompañó a su mamá a dar un paseo y por el camino se encontró con las frutas Manzanita, Pera, Kiwi y Limón, las cuales fueron presentándose una por una alardeando de su sabor tan gustoso queriendo ser amigas de Gus. La ciruelita al ver que todos estaban reunidos decidió acercarse para jugar con ellos pero las demás frutas no la aceptaban por ser de distinto tamaño y fueron en busca de unos palos que había en el bosque para ir a pegarle junto con la mamá de Gus.
Gus contemplaba lo que estaba pasando y pensó que eso era injusto por lo que cuando vio otra vez a ciruelita compartió sus juguetes con ella y se hicieron buenos amigos. Las frutas se pusieron celosas y comprendieron lo mal que habían actuado así que le pidieron perdón y de este modo sellaron la paz y se hicieron todos amigos.